La presente obra propone incorporar el enfoque intercultural para
el mejoramiento de la lectura y la escritura. A través de sus cuatro
capítulos se demuestra que la orientación intercultural favorece el
acercamiento con lo que se lee y se escribe. Desde esta perspectiva,
el lenguaje se convierte en una herramienta social que toma fuerza
no sólo para transmitir pensamientos, sino para interpretar textos.
Visto de esta manera, dicha estrategia puede desarrollar el papel
activo del escritor y del lector en la mediación lingüística y cultural, en
donde el mensaje se desarrolla a partir de la creatividad y la reflexión
crítica. La concientización sobre el papel de los individuos y las maneras en que se relacionan con el discurso nos exigen una mirada hacia
la interculturalidad y, como tal, reconocer y valorar que los esquemas
personales y culturales efectivamente pueden influir para desarrollar,
explicar o entender un texto.