La literatura y el cine son expresiones que están determinadas por rasgos propios que generan sistemas de significación. La relación de Pasolini con el cine va más allá de las transposiciones, su relación con el cine es más reflexiva, vital y comprometida. En los filmes de Pasolini siempre está presente de forma notoria o subyacente una postura crítica hacia su entorno y un interés por referirlo en la expresión cinematográfica. Pasolini entiende el cine como "lengua escrita de la realidad". En este trabajo se realiza un acercamiento con propósito reflexivo de la expresión cinematográfica y ciertas correspondencias con la literatura, a la vez de problematizar la puesta en juego del cuerpo en los últimos cuatro filmes de Pasolini, debido a la centralidad de este motivo en ellos. Esto se enfatiza por la relevancia que se da a la corporalidad como experimentación del mundo en las películas y por su carácter sensitivo de goce y de crueldad. Lo anterior tiene como resultado una configuración vital del cuerpo que deviene, en el último filme de nuestro director, en una objetualización de la corporalidad.