Las escrituras sobre el Nuevo Mundo son la gran mediación para pensar el Descubrimiento y la Conquista de América. A más de 500 años de esos acontecimientos, este libro parte de un prejuicio para historizarlas; solo es posible comprender la naturaleza de las crónicas de América al ubicarlas en sus marcos genealógicos, en los horizontes imaginarios que les dieron sentido y legibilidad a esos manuscritos. Tres pesquisas genealógicas son la columna vertebral del libro: la primera traza la simbólica de la guerra en la tradición Occidental, para comprender el horizonte de las Cartas de relación de Hernán Cortés. La segunda propone una lectura a contrapelo de los textos que reconfigurarían la moral prehispánica en contextos monacales. La tercera es una historia fragmentaria de la mirada: formas de ver y de pensar la alteridad. La cadena se cierra con fray Bernardino de Sahagún y su proyecto de escritura. Estas crónicas instituyeron "la memoria indígena" en un contexto de dominio colonial.